miércoles, 5 de octubre de 2011

Bienvenidos a blog de Criminologia

DELITOS DE CUELLO BLANCO.
Fue Edwin H. Sutherland quien concentró sus esfuerzos teóricos en encontrar una explicación al
fenómeno de la criminalidad de las clases superiores, denominado "Delito de cuello blanco" y
modificar la noción de que la delincuencia era sólo perteneciente a la clase baja. Si bien se
atribuye a este autor el mérito de profundizar  en los aspectos criminológicos, no podemos decir
que innovó en cuanto al campo de estudio; es  decir relacionar a las clases superiores con la
actividad delictiva.
Uno de sus antecesores fue Morris, quién en 1934 focalizó sus investigaciones en quienes "a causa de
su posición social, su inteligencia y técnica para el crimen están en condiciones de moverse entre los
demás ciudadanos virtualmente inmunes a toda consideración o condena". A este grupo lo
denominó "Críminals of de uppenworld”
La influencia más destacada fue la de Veblen, quien desarrolló “la teoría de la clase ociosa”', en la
que se establecía una relación profunda entre el prototipo de capitalista - hombre adinerado- y el
delincuente ideal toda vez que ambos  se valían de métodos eficaces pero no legítimos para
obtener el resultado esperado. Se diferenciaban en que el primero de ellos se arriesgaba menos
porque se mantenía más alejado del conflicto legal.
Este autor se caracterizó por mantener un discurso anticapitalista centrado en la cuestión social.
Asimismo otros estudiosos hicieron su aporte original al tema, entre los que contamos con Wright
Mills quien utilizó el término para denominar a la clase media, Pietro Paradiso, entre otros. Hay
que reconocer que estos trabajos no profundizaron sobre el tema de la criminalidad.
I. Concepto:
Este concepto fue ideado y presentado por Sutherland en la reunión anual organizada por la
American Sociological Society que tuvo lugar en Filadelfia, en diciembre de 1939. Se entiende por
"delito de cuello blanco” a aquellos ilícitos penales cometidos por sujetos de elevada condición
social en el curso o en relación con su actividad profesional.
El objeto de estudio seleccionado causó en su tiempo un impacto revolucionario pues permitió
vislumbrar claramente las falencias o contradicciones intrínsecas al sistema penal. Obligó a
afrontar ciertos problemas de fondo de la criminología  como  lo  es  la  real  distribución  de  la
conducta desviada entre las distintas capas sociales, y la consecuente ruptura con la ficción que
consideraba al delito como patrimonio exclusivo de las "lower class", el convencimiento acerca de
la existencia de una "cifra negra" de la delincuencia y de que la ley penal se aplicaba diferenciada
y selectivamente.
El contexto en el que se desarrolló este concepto fue especialmente propicio para que su estudio
captara la atención social. Estados Unidos se caracterizaba por el clima social de urbanización. Las
primeras décadas del siglo produjeron en los habitantes fuertes sentimientos de desorganización
social, producto de la creciente concentración industrial. Todo ello trajo aparejado importantes
manifestaciones en el campo delictivo destacándose entre ellas la corrupción administrativa, la
prostitución, los negocios ilegales de la época de la ley seca, entre otros.
No resulta causal, entonces, que  criminólogos destacados se dedicaran al estudio del "crimen
organizado". La Escuela de Chicago, de donde surge Sutherland, se caracterizó porque seleccionó
como objeto de estudio a las ciudades.
II-Características:
Si bien la definición en sí misma asigna  características específicas, otros autores la
complementaron, de este modo consideran que la delincuencia de cuello blanco se distingue del
resto por:
- la lesión de la confianza en el tráfico mercantil.
-el uso de la credulidad o ignorancia de la víctima, una especial astucia (apariencia legal del
hecho) o afección de vastos sectores de la población, e incluso a países enteros. Todo lo dicho torna
prácticamente imposible la identificación del autor
-la circunstancia de que la sociedad tenga conciencia de la ilicitud del hecho pero no de su
trascendencia criminal
-la imagen de honorabilidad del autor, debido a  su posición política, social y económica. Su
respetabilidad obligó a establecer una relación cercana entre poder económico y poder político.
-la escasa visibilidad del delito
-la volatilización de la cantidad de víctimas.
-las estructuras anónimas de comunicación.
-El no aparecer en las estadísticas criminales a  pesar del alto costo social causado; sea por la
imposibilidad de desenmascararlos, o por los obstáculos para perseguirlas por vía de la
administración de justicia penal.

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